Hoy, después de aproximadamente tres años, terminé oficialmente mi curso de alemán (mejor conocido como "el Deutsch"). Es increíble la mezcla de sensaciones que sentí toda la mañana/tarde. En parte se lo debo a que era día de examen final (¡odio los días de exámenes!, ¿quién no?).
El examen oral nos pedía que habláramos sobre nuestro primer día en la clase de alemán, sobre nuestro(a) primer(a) maestro(a), etc. Así que fue inevitable recordar cómo y cuándo empezaba todo; septiembre del 2007, esa era la fecha.
Recuerdo haber llegado emocionada a mi salón, más segura que cuando comenzaba el francés (2004 aproximadamente) porque ya conocía mi escuela, aunque al fin y al cabo, era una experiencia nueva. Recuerdo que esperaba a que César (uno de mis amigos del francés que había convencido de estudiar alemán) atravesara la puerta, en parte para sentirme menos rara, rodeada de todos esos extraños que me acompañaban en el salón.
Esa primer clase, y en general ese primer curso, me convencían ya, desde ese entonces, de que algún día lograría terminar todos los niveles oficialmente. Esa gran maestra (Paty Cano) de Básico-1, sería una de las mejores maestras que haya tenido en toda mi estancia en el CELEX.
Sin embargo, al salir de los pensamientos en los que me había sumergido, me percaté de algo que hace ya varios ayeres no recordaba. Fue el segundo nivel de básico, uno de los más representativos para mí (y estoy segura de que no soy la única que piensa eso). Uno de los más lindos (y a la vez más pesados), uno de los que menos aproveché (y de los que más aproveché). "Mucho contraste en un sólo nivel" pensarán, ¿qué fue lo que lo hizo tan especial?.
La respuesta a esa pregunta la puedo responder con una palabra: "amigos". Mis amigos (o "Deutsch amiguis" como solía autollamarnos Samy) son lo mejor que pude haber encontrado en este tiempo, mientras vivía cada sábado (o por lo menos casi cada sábado) de los últimos tres años en ese lugar.
Jamás olvidaré a ese ogro de maestra que tuvimos en Básico-2 (Ana Belén -sino mal recuerdo-), gracias a ella... logramos unirnos. Gracias a ella, fui sonsacada por mis nuevos amigos (en aquel entonces) para escaparnos al billar e ir por una cerveza (o como nosotros solíamos llamarles: "Billard-Pause und Bier-Zeit"), más de una vez durante ese nivel -algo que no había hecho en mi vida, y de verdad que no estoy exagerando-.
Sí, hoy los recuerdos me han tomado por sorpresa; 18 años tenía en ese entonces (casi 19), y ahora 21 años (a unos días de los 22). Y si me voy más atrás, 14 años (casi 15) tenía cuando iniciaba mi historia en mi adorado CELEX.
Aún siento que no he asimilado por completo, que ya terminé los niveles avanzados oficialmente (excepto cuando ahora veo mi boleta llena de 15 firmas y calificaciones diferentes). Me gustaría que ciertas cosas fueran diferentes, que ciertas personitas aún estuvieran ahí, que aún estuviéramos todos juntos, como en algún momento logramos estar; es una sensación muy rara, una gran mezcla de pensamientos y recuerdos.
Es difícil concluir una entrada como ésta (me hace recordar esas cartas donde solía escribirme a mí misma para liberarme un poco de todo lo que me bombardeara en esos momentos), creo que lo que me queda por decir, es que tal vez no he logrado asimilar todo esto, porque aún no siento que haya terminado. Aún me faltan mis niveles Z, y tal vez, cuando haya aprobado mi Zertifikat, podré sentir que todo ha acabado.
<3 danke sehr "Deutsch amiguis", tu me manques (et toi aussi, et toi, et toi...!) <3
Awww que linda historia hermanita! Pero sí no habremos terminado todo el Deutsch hasta el Zertifikat! Pero luego nos meteremos a Japones no? haha
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